Little Noah: Scion of Paradise, el roguelite sorpresa
Hace un par de días estaba viendo el Nintendo Direct «Mini» y, entre todo lo mostrado, se presentó por sorpresa Little Noah: Scion of Paradise. Fue uno de los juegos que más me llamó la atención, ¡y se lanzó a las pocas horas! Además para Nintendo Switch, PlayStation y Steam por escasos 15 euros.
A simple vista parecía un roguelite de desplazamiento lateral centrado en la acción, bonito y divertido, aunque fuera poco ambicioso. No perdí el tiempo; en cuanto lo vi disponible, me lancé a por él. Y bueno, ya lo completé. ¿Me equivoqué en mis impresiones o no? ¡Descubrámoslo!
Un cuento adorable

Os adelanto que la historia del juego es sencillísima. De hecho, solo hay tres personajes interviniendo en las conversaciones que vamos desvelando según progresamos en las fases. Resumiéndolo sin destripes, podríamos decir que nuestra protagonista acaba en un lugar desconocido, encuentra a un misterioso gato parlante y debe resolver cierto misterio.
La trama no cambiará la vida a nadie, pero resulta entretenida gracias a su personaje principal. Noah Little es simpática y adorable, consiguiendo sacarnos alguna sonrisa si decidimos leer sus diálogos. Siempre tiene algo que decir, o consejos que dar cuando nos matan y aparecemos en el punto inicial.
A todo eso se suma el apartado visual 3D con buenas animaciones, bastante cumplidor, con un estilo chibi muy «adorable». Curiosamente, la propia Noah se parece bastante a Edea de Bravely Default. También ayuda el simpático diseño de los enemigos y las correctas interpretaciones de los pocos personajes que vemos en la aventura.
Así que efectivamente, estos elementos funcionan, pero son complementos y no su principal atractivo. Lo cierto es que dichos detalles solo sirven para embellecer y justificar las partidas que le echaremos, donde su jugabilidad será lo más importante.
Estilo «roguelite»

Little Noah: Scion of Paradise no revoluciona nada. Los habituados al género verán las mecánicas a las que estamos más que acostumbrados. Para los que no, sabed que un «roguelite» es un explorador de mazmorras donde debemos superar la partida completa sin morir o volveremos al punto inicial, perdiendo casi todo el progreso.
La aventura está dividido en fases muy cortas donde abrirnos camino a través de múltiples monstruos, unos pocos jefes y algún reto ocasional de plataformeo. Lo último ni siquiera es obligatorio y podremos «saltárnoslo» si disponemos de llaves. Las recompensas consistirán en potenciadores aleatorios para fortalecer a Noah y dependerá de nosotros elegir el que mejor se ajuste a nuestra situación.
Por suerte, tenemos tres niveles de dificultad que se ajustan bastante bien a cualquier jugador. Yo lo superé en normal, un nivel bastante asequible en el que tardé cinco horas (unos 6 o 7 intentos) en completarlo. Ahora estoy experimentándolo en difícil y el reto es más elevado, pero se siente justo y nunca agobia.
Además de eso, cada vez que volvamos a la base convertiremos todo nuestro equipo en recursos que servirán para mejorar de forma permanente las estadísticas de Noah y sus invocaciones. ¡Y ya solo queda hablaros de estas últimas!
¡Te elijo a ti!

La parte más interesante del juego es su ágil sistema de combate. Y eso es gracias a la fórmula de invocaciones que utiliza Noah para batallar. Durante las fases encontraremos compañeros que la protagonista podrá utilizar a modo de habilidades propias, pudiendo configurarlos a nuestro gusto para realizar varios combos.
Similar a lo visto en Ender Lilies pero más «arcade», las invocaciones sirven para realizar acciones de ataque. Nosotros decidiremos dónde asignar cada una de ellas entre los cinco huecos de ataques básicos o los dos especiales. Quizá pueda sonar complejo, pero resulta muy sencillo, intuitivo y bastante entretenido.
Las invocaciones tienen su propia forma de atacar y un elemento asignado a ellas, por lo que debemos ajustarlas según nuestras preferencias a la hora de combatir. Algunas servirán mejor a distancia y otras cuerpo a cuerpo, provocando distintos efectos. ¿El resultado? Una experiencia personalizable con batallas rápidas, algo caóticas y ciertamente divertidas.
La aparición aleatoria de los potenciadores e invocaciones que encontramos a lo largo del juego determinará mucho el estilo de combate por el que deberíamos decantarnos. Si encontramos mejoras al daño de fuego, por ejemplo, más nos vale asignar al mini-dragón o a la guerrera ígnea para utilizarlos en batalla y sacarles así mayor rendimiento.
Conclusiones

Os juro que intenté valorar con una puntuación este juego, ¡pero no me vi capaz! Y es que no se trata de un título independiente; es un proyecto pequeño y muy asequible económicamente. Por ello, los factores a los que suelo aferrarme a la hora de ponerle nota se vuelven mucho más difusos de lo normal.
Lo que está claro es que todo lo que propone Little Noah: Scion of Paradise lo borda, ofreciéndonos una de las pequeñas obras roguelite más divertidas y desenfadadas. Casi me siento mal por el mísero precio al que se vende, por mucho que sea corto y menos ambicioso.
En definitiva, ¿recomiendo el juego? ¡Sin duda! Los aficionados a estas propuestas jugables encontrarán algo familiar, pero con una estética poco habitual en el género. Y los nuevos podrán iniciarse sin miedo, pues si se os hace cuesta arriba siempre podéis «farmear» o bajarle la dificultad y disfrutar de esta simpática aventura.
Otro roguelite/roguelike que se suma a la larga lista de los que voy jugando en los últimos años. Si tuviera que ponerle una pega es que necesita un buen modo «Nuevo Juego+». Por cierto, os dejo enlazado el contenido relacionado al género, que por lo general sí son títulos independientes:
Cinco recomendaciones roguelike por dificultad
Videopinión de Dreamscaper
Valoración de Devil Slayer – Raksasi