Hablemos de Killmonday, Fran Bow y Little Misfortune
El universo de los videojuegos es tan enorme y maravilloso que si una busca nunca para de encontrar joyitas escondidas. Una de esas joyitas que descubrí hace ya años es la desarrolladora indie Killmonday y desde que me acoplé a esta página cual topillo de jardín quería que hablemos de ella. Así que aquí estamos.
Killmonday Games es una desarrolladora sueca, fundada en 2012 por el matrimonio Martinsson (Natalia e Isak) que para mí son la quintaesencia del «hazlo tú mismo». Actualmente la compañía cuenta con 13 empleados, pero en sus orígenes ellos dos lo hacían todo solitos y eso es destacable cuanto menos. Yo llevo tiempo siguiendo su trabajo en redes sociales y su cercanía con sus fans hace que se les coja cariño enseguida. Su trabajo está lleno de amor al detalle y eso siempre se nota.
Actualmente contamos con dos juegos de los que quiero hablar y están desarrollando el que sería su tercero. Natalia es quien crea las historias y diseña los personajes, escenarios, etc. incluso puso voz a su personaje del segundo juego. Isak es programador y diseñador pero sobre todo para mí destaca por poner la banda sonora de todo el juego, compuesta por él. Sus juegos son historias interactivas en 2D point & click.
Creo sinceramente que su estilo no está hecho para todo el mundo, ya que usan la combinación clásica de los hermanos Grimm: inocencia y terror. Sus protagonistas son niñas buenas e inocentes que se encuentran viviendo realidades dolorosas y aterradoras. Nosotros acompañaremos a estas niñas en su viaje y a menudo veremos escenas terribles que no todo el mundo podría valorar. Siempre hay un mensaje en los juegos de Killmonday y debemos pasar por el horror para ver lo bello que resurge. Quizás me he puesto muy mística, pero es imposible resumirlo de una forma que no lo super simplifique, y no me gusta simplificar los argumentos de los juegos porque no se les hace ningún favor. A mí personalmente es una combinación que me gusta: la magia de la niñez y el “mal rollo que te cagas”, usando una de mis frases favoritas de S.King.
No me quiero enrollar mucho porque creo que los alabaría hasta el infinito (uno de mis deseos es ir de viaje a Hedemora y pasarme por su tienda de merchandising) así que pasaré a hablar de sus juegos directamente.
Ambos juegos están disponibles en todas las plataformas y cuentan con logros de Steam.
Fran Bow

Fran Bow es una niña de diez años ingresada en un psiquiátrico tras el devastador y brutal asesinato de sus padres. Ella sueña con salir de ahí y reunirse con su tía Grace y su mejor amigo: su gato negro llamado Señor Medianoche, quien va a tener un papel relevante en esta historia. En el juego la acompañaremos en su huida y posterior búsqueda de la verdad. ¿Quién mató a sus padres?, ¿quién es la criatura de tinieblas que no deja de atormentarla?, ¿mató ella a sus padres?, ¿por qué puede ver cosas terroríficas con su nueva medicación?

En este juego manejaremos a Fran, que se moverá por escenarios que tienen siempre dos caras: la realidad de Fran y otra muy distinta, ambas partes de la Ultrarealidad que es el universo en el que se basan las historias de Killmonday. Su deseo de escapar y volver a casa se verá frustrado más de una vez por el malo de esta historia: Remor, la tiniebla terrible, el príncipe de la oscuridad e hijo de Madre Mabuka, señora de la oscuridad. Éste tipo se ha encaprichado con Fran y no la dejará en paz, haciéndola dudar de sus amigos y de su propia cordura. Pero no todo se debe a la maldad de esta criatura, descubriremos que hay mucho más tras el asesinato de los padres de Fran.

Por el camino encontraremos criaturas de luz y de oscuridad con las que podremos interactuar y conseguir objetos que nos permitirán avanzar en nuestra aventura. Lo más interesante de este juego es que no puedes fiarte nunca de las apariencias. Que una criatura parezca terrible no significa que siempre vaya a querer hacernos daño. Por suerte, Fran no es prejuiciosa y hablará con todo el mundo, para bien o para mal.

Pero no todo es terrible en este juego. También encontraremos escenarios bellos con criaturas que creen en la fuerza de Fran para superar sus terrores y que nos ayudarán a escapar de la oscuridad y encontrar el camino a casa. Contaremos también con varios objetos que nos irán explicando lo que sucede, qué es la Ultrarealidad y cómo de especial es Fran. Hay un diario en concreto que nos habla de Madre Mabuka y de los valokas y kamalas, las criaturas de luz y oscuridad que encontraremos en el juego. Este diario en concreto a mí me fascina porque no es sólo texto sino que está lleno de dibujos de Natalia (la creadora) que lo hacen perturbador e interesante a la vez. Un diario narrado por un autor que duda de su realidad y que termina abruptamente.

En conclusión, Fran Bow es un juego perturbador y a la vez esperanzador. Dura aproximadamente de 7 a 10 horas, dependiendo de lo que tardemos en deducir cómo avanzar, ya que a diferencia de su segundo juego este es menos intuitivo y es cierto que más de una vez tuve que mirar una guía porque no conseguía entender cómo avanzar. Este es el fallo que yo le veo a este juego: que es de esas aventuras gráficas que a veces nos traen de cabeza con cómo utilizar los objetos. Aunque admito que yo tengo muy poca paciencia para estas cosas. Aún así me mereció la pena y lo he acabado dos veces. Ver a Fran reunirse con el Señor Medianoche merece la pena.
Little Misfortune

Little Misfortune es mi favorito de los dos. No sólo me llegó totalmente al corazón sino que además me conmovió profundamente. Si tu infancia no fue idílica es muy fácil empatizar con Misfortune y quererla, y de hecho me atrevería a decir que esa era la intención de Natalia (si indagas sobre ella lo entenderás). Little Misfortune cuenta la historia de Misfortune Ramírez Rodríguez, una niña inocente, dulce y optimista de ocho añitos que adora la purpurina y cuyos padres tienen una relación digamos disfuncional, para no ser muy groseros.
Un día, el día en que su galleta de la fortuna le dice que va a morir, se le aparece una voz en la cabeza a la que ella llama Señor Voces (actor de voz Henrik Norman) y le anima a jugar a un juego de búsqueda del tesoro: encontrar la Eterna Felicidad. Ella decide aceptar, ya que a pesar de ser una niña sabe perfectamente que su madre no es feliz y quiere regalarle esa felicidad a ella. ¿Cómo no vamos a quererla?

Misfortune es muy torpe y no paran de pasarle cosas malas. Por eso nuestro trabajo será ayudarla a tomar decisiones para avanzar. A diferencia de Fran Bow, aquí sí tendrán mayor consecuencia las opciones que cojamos. Aunque no sean consecuencias de mucho peso para el final del juego, sí que nos harán avanzar de una forma u otra y veremos diferentes cinemáticas dependiendo de lo que hagamos. Yo recomiendo clicar en todo, ya que hay algunas cosillas que son fáciles de pasar por alto. También tendremos algunas opciones de diálogo para responder a las preguntas del Señor Voces que nos permiten dirigir un poco los pensamientos de Misfortune y conectar con ella.

No creáis que me he olvidado del malo de la historia, al fin y al cabo esto es un juego de Killmonday y las cosas turbias están, aunque en menor medida que en Fran Bow. Esta vez la criatura de oscuridad que se ha encaprichado con Misfortune, Morgo, es un parásito del Más Allá, otra realidad de la Ultrarealidad que busca niños que atrapar. Iremos encontrando pistas en los escenarios que nos indicarán qué está pasando y en quién podemos confiar.

Otro personaje muy interesante es el zorro Benjamin, de quién Misfortune está enamorada tal y como podemos leer en su diario con dibujos y con el que tiene ensoñaciones románticas. Benjamin es mucho más de lo que aparenta y lo encontraremos en más de una ocasión dejando señales. Debemos decidir si confiamos en él o no.
En conclusión, Little Misfortune mantiene la esencia de Fran Bow pero es un juego menos sangriento y más sutil en lo referente a emociones. Su personaje e historia tienen mayor profundidad y se nota el avance de la desarrolladora no sólo a nivel gráfico. Tiene una duración menor, de aproximadamente tres o cuatro horas, dependiendo del tiempo que le dediquemos a los detalles. Este es uno de mis juegos favoritos para siempre y la voz de Natalia a través de Misfortune, como dije, me conmovió hasta el punto de soltar algunas lagrimillas. Eso no lo consigue todo el mundo, vaya.
